jueves, 26 de febrero de 2015

DE KENGAI A KENGAI, capitulo 1


Crataegus monogyna, espino albar.



Esta entrada he decidido dividirla en capítulos, para diferenciar los diferentes trabajos que se han realizado en este árbol. Que constan de cambio de diseño, no perderá el estilo cascada pero si sera un cascada un poco mas moderado y conservador, no tan radical. Arreglo de las zonas de madera muerta y el transplante con un cambio de ángulo de plantado.

Manos a la obra, en primer lugar comentar los motivos que me han llevado a tomar la decisión de cambiar el diseño del árbol.
Principalmente ha sido el ángulo del tronco, este tiene una dirección demasiado vertical, por lo que el movimiento sinuoso y suave del tronco se pierde con este ángulo de plantado tan radical.
Cierto es que quería formar este árbol en estilo casca puro con una dirección del tronco como la que tiene ahora, y el árbol tiene cualidades para ello, se presta a este estilo, pero lo que gano por un lado lo pierdo por el otro, que criterio seguir entonces, he aquí la cuestión.

Mi filosofía es que hay que dejar que el árbol se exprese como ser vivo y no como creación de un artista.
Una de la grandes diferencias que tenemos los occidentales con respecto a los orientales, es que para nosotros primero esta el artista, luego el artista, después el artista, autor, maestro, yo, yo, yo, yo mi creación, yo, yo, yo y por ultimo en un segundo plano el árbol. Por el contrario en oriente, (japón) lo primero es el árbol, lo segundo es el árbol, lo tercero es el árbol, luego esta el árbol, después el árbol y el árbol y en en segundo plano o ultimo plano esta el artista.
Con este criterio claro no podía imponer mi decisión de formar este árbol en una cascada radical, no estaría dejando expresarse al árbol, perdería su esencia, perdería el ritmo del tronco y otro punto importante es que este diseño de cascada tan radical no es propio de esta especie en concreto, por lo que iríamos un poco a contra natura.

Una vez con las cosa claras vamos al lio, remodelar el árbol por completo ya que la estructura de la ramificacion esta formada acorde con el diseño que tiene ahora y además esta ya es un estado avanzado de formacion.

En primer lugar , como ya suele ser habitual, vamos ha ver las distintas caras del árbol antes de meternos en faena.



Frente.



Perfil izquierdo.



Trasera.



Nuevo ángulo de plantado.
Seguirá siendo un cascada pero un poco mas moderado.
Con esta nueva posición de plantado el movimiento sutil del tronco gana protagonismo, y el conjunto adquiere un dinamismo que antes no tenia, el árbol se expresa y tiene un aspecto mas natural.



Perfil izquierdo del nuevo ángulo de plantado.



Trasera con el nuevo ángulo de plantado.



 En primer lugar hay que recolocar las ramas principales, en este caso, el de la continuación del tronco, con el alambrado no es suficiente, ya que esta zona tiene un calibre, que sin ser demasiado grueso no creo que con un alambrado se mueva, ya que los espino a partir de ciertos calibres son durisimos y rígidos, tendremos que recurrir a un tensor para mover esta parte.



Para tener un punto fiable donde anclar el tensor, fijamos un tornillo en esta zona de madera muera que queda en la parte de atrás del árbol.



Y colocamos el tensor. Aparente mente parece que no se a movido, pero lo cierto es que la he recogido unos tres centímetros.



Detalle del la fijación del tensor, aquí podemos ver el recorrido que ha hecho la rama, con la distancia del rabillo que queda a la izquierda del tornillo, esto mas el trenzado posterior del alambre, que también algo comprime. 
Siguiente paso alambrado de practicamente toda la ramificacion para recolocar todo.



Frente después del alambrado y recolocacion de la ramificacion.



Trasera después de la primera sesión de trabajo.



una de la ramas traseras del árbol necesitaba desplazarse bastante, y tenemos el mismo problema que en el caso anterior, no es demasiado gruesa pero con el alambrado no es suficiente, necesitamos otro tensor, pero en este caso el punto de anclaje del tensor no existe, ya que dirección en la que debemos tirar para que la rama quede en la posición deseada se pierde en el vacio, a si es que nos tenemos que inventar un punto de anclaje para el tensor.
En este caso yo he utilizado un tornillo largo, se puede utilizar una barra o algo parecido, pero con la suficiente rigidez para que a la hora de tirar no ceda o se combe.



Protegemos con goma o tubo las zona en las que el tornillo esta en contacto con las ramas.



Detalle del tubo de protección para que la corteza no sufra.



Detalle, como se puede observar el tornillo tiene un punto de apoyo que es este y otro punto de contra apoyo que debe de estar en la dirección opuesta a la dirección en la que el tensor va a tirar, que en este caso seria la parte de la cabeza del tornillo.






Y aquí ya tenemos el punto de anclaje del tensor, ese punto que no existía y se perdía en el espacio.



Detalle del tensor colocando la rama en su posición.



Resultado final después de la primera sesión, a falta de trabajar las zonas de madera muerta y el transplante.



Para terminar una secuencia de los pasos mas importantes del primer capitulo.
Antes de la sesión, frente.

Nueva posición de plantado, frente.

Después de alambrar y recolocar, frente.



Continuara .........

;-)

2 comentarios:

  1. Muy bien explicado, y fotos paso a paso, asi da gusto...
    Deseando ver lo que queda.
    Un abrazo

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    1. Muchas gracias Daniel, habrá que esperar un poquito para ver la siguiente entrega, que ahora estamos en temporada alta y hay mucho curro.

      Un abrazo 😉

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